Señales para descubrir una mala tarjeta de crédito
Utilizar las tarjetas de crédito de forma correcta es una gran ventaja ya que esto ahorra dinero y pérdida de tiempo. En el mejor de los casos, el uso correcto ayuda a generar un historial crediticio confiable y que se convierte en el mejor aliado a la hora de solicitar préstamos, créditos o nuevas tarjetas de crédito.
Sin embargo, ¿qué pasaría si la culpa es de la tarjeta de crédito? A la hora de solicitar una tarjeta es importante conocer cada una de sus características ya que algunas la pueden hacer una mala elección. El desconocimiento de esta información lleva a muchas personas a utilizar malas tarjetas de crédito que no se ajustan a sus necesidades. Y en varias ocasiones estas tarjetas son las responsables de una crisis financiera.
Por ello aquí están algunas señales que permitirán a cualquiera descubrir una mala tarjeta de crédito. Esto evitará que se sufran dolores de cabeza y en el peor de los casos ser víctima de un apocalipsis financiero.
Aparece un anuncio en el cajero. Está es una forma clásica que tienen los bancos de hacerle saber a sus clientes de una nueva oportunidad. En el cajero aparece la noticia de que se dispone de una tarjeta de crédito preaprobada. Solamente se necesita hacer clic en aceptar para conseguir la nueva tarjeta de crédito sin contratiempos. Desafortunadamente, las personas desconocen las características y costos de las tarjetas que están a punto de aceptar.
Anualidad por las nubes. Un error frecuente es solicitar un crédito sin hacer caso del costo anual que representa. La anualidad es un gasto que se debe contemplar desde el inicio.
Sin recompensas ni beneficios. Existen productos financieros que no ofrecen demasiados beneficios, incluso los pocos de los que disponen son casi imposibles de conseguir. Es importante considerar una tarjeta que tenga beneficios o descuentos de tu interés.
Una mala línea de crédito. Algunas tarjetas ofrecen una línea de crédito muy corta, alegando que así el cliente podrá pagar menos. Pero de nada sirve contar con una tarjeta que llega al tope cuando se hacen las compras en el súper. Lo peor viene cuando se solicita una segunda tarjeta de crédito que nos brinda un nuevo saldo.
Mala atención al cliente. Cuando es necesario hacer una aclaración sobre el uso de la tarjeta siempre es bueno disponer de la línea telefónica del banco. Pero es mala señal si los asistentes no atienden o peor, el cliente espera por más de media hora al teléfono. Una buena atención al cliente resolverá los problemas de inmediato y tendrá como prioridad atender a la brevedad.
No considerar las penalizaciones. Tardar en pagar la mensualidad de una tarjeta de crédito trae consecuencias. Algunos no lo toman enserio, pero las penalizaciones incrementan el costo total del crédito. Esto incluye las comisiones por retiro en cajeros de la red, cargos extra al pagar con ella y otros gastos que vienen en letra pequeña.
Seleccionar una tarjeta de crédito no es algo que se tome a la ligera. Correr el riesgo de adquirir una mala tarjeta de crédito pone en peligro la estabilidad financiera. Los gastos no se controlan, puede llegar a endeudamientos, embargos y hasta demandas. A nadie le gustaría estar en una situación similar.
Las buenas tarjetas de crédito resultan un método útil para cubrir cualquier necesidad. Son una forma flexible de realizar compras desde cualquier ciudad e incluso por internet. Ofrecen beneficios exclusivos que se pueden gozar sin problema y permiten que el cliente continúe con un buen historial de crédito.
